Volar, hacia allá
sin nombre; sólo estar.
Una voz para gritar, cuerpo y mente con ansia de discontinuar...
(sin pasado, sin futuro; sólo estar).
Firme el armamento que envuelve tu cielo rojo
tiñe de jazmines algún pasadizo remoto.
Y tal vez será la niebla quien desvanecerá esa luz, esa llama,
o puede que antes muera sin comprender qué fue lo que pasaba.
Miedo como testigo de lo incierto y de lo próximo,
desventuras que ríen, saltan e inhiben su enojo.
Simple, como un crucigrama de la vida,
complejo, como un rayo de sol en verano...
me pesa decir con palabras aquello que siento, que añoro, que amo.

No se continúa. Aquello no podrá ser. Aunque sea lo que es, con su existencia multiforme, con su respectivo lugar en el mundo. Transparente, ingenuo, tras aquella cortina de humo. Ambiente ahogado de anhelos, sitio atestado sin tumulto. Recónditos mares de presencias que no logran ser identificadas, algas y cuerpos contorneándose al ritmo de un oleaje embalsamado. Somos, y es sólo eso, no habría más que decir; pero el reflejo de tus ideas proyecta otro planeta y en él quisiera vivir.





...Esta noche vas a caer, no vas a agarrarte aunque quieras; vas a caer...vasacaervasacaervasacaer.