Depto. de Orientación Vocacional?; error: sala de espera de X consultorio médico.
-Yo vivo en Madariaga entre Las Piedras y Margarita Wield, vos a qué colegio vas?.
-No...ya terminé hace 2 años.
-Y ahora qué hacés?
-(Bienvenido dilema, siéntase como en su casa) entre ímpetu irreconocible y súplica de autoconvencimiento me arriesgué a decir 'Ciencias de la Comunicación en la UBA'...
-Ayyyy, como mi nieta!!; mi nieto tiene 27 años, está casado y con dos nenas, vive en Mar del Plata y se recibió de Ingeniero (de algo), pero bueno, ahí va por la vida..rebuscándoselas..pero no se hizo $millonario$!. Mi marido y yo siempre nos dedicamos a la enseñanza, por eso somos $pobres$, jaja. Pero mi nieta... tiene 20 años y trabaja... ahora tiene que ir allá, a Puán (?), y estudia tanto... pero no sé para qué, esa carrera... no le veo mucho campo de acción. El que sí me gusta qué carrera eligió es mi otro nieto, Eduardito. Estudia Educación Física... además, no es porque sea mi nieto, pero es un chico buenísimo. Además como también vive en Mar del Plata, ahí hay mucho movimiento... puede trabajar en el verano en la playa, en los balnearios, además en gimnasios, en escuelas; yo siempre le digo 'no me abandones el estudio...'. Mirá qué casualidad!; vos cuántos años tenés?.
-En abril cumplo 19.
-Ahh... sos una nena. Mi nieta se la pasa estudiando... pero ni siquiera sé para qué, estas carreras nuevas... a mi la verdad mucho no me gusta, ojo, eso sí, que haga lo que quiera... en eso uno no se puede meter... tampoco te digo que vos no estudies esta carrera.
-No, desde ya, no me conoce... pero no se preocupe, tampoco tomo sus palabras como lección de vida.
Caras serias, oídos cerrados y estómago contraído.
-... Lo que pasa es que hoy en día un título universitario no garantiza nada, pero no sé, por ejemplo los abogados, los médicos...
Suficiente. Mesita con revistas...La Nación. Aún así preferí una columna de Umberto Eco hablando de la posición de las mujeres en el arte de filosofar, sólo como continuidad de mis horas semiológicas. Mientras tanto, no más que palabras como burbujas saltarinas en el agua hirviente (de mi mente). Demente. Es la condena de compartir el mismo cielo, es el desaliento de continuar pensando sin quererlo, y respirar... sin salirse del camino, aunque sea por un momento. Subo el volumen y cierro los ojos... aterrizar...de un largo viaje...aterrizar. Parece ser lo único que queda. Realmente lo es?