No tengo que preocuparme por mí, vos sabès que voy a verte porque sube la corriente. El sol entra en la nube, estoy tan ciega y al fin te veo venir, cruzando claridad y confusión. Vos sabès todo en el acto, entendès què está pasando. El silencio en la calle, escuchando sin la radio una canción, va rodeándome tu voz... Tu encanto directo en la sangre me habló. Adorarte es muy poco, adorarte no es nada. No tengo que elegir porque sí, voy saliendo de la sombra por la boca que me nombra. Tu modo de encontrarme y mi descuido provocaron sin querer, esta gran casualidad, la clarividencia de la oscuridad.
Adorarte es muy poco, adorarte no es nada.
Exacto. Rosario Blèfari.
Exactamente lo que quise decir.
* post dedicado a Vic; tan sòlo hay que creer en la primavera (agendà que dije esto). Munky, c'mon ...
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